Tengo en mi patio el cadaver de un árbol
que cuando era vivo me daba sombra
un arbol callejero, anónimo.
Decidió el viento
quebrarle un día,
y ese día decidí yo hacerle mi compañero,
y ahora tengo en mi patio el cadaver de un arbol.
Sería ahora el momento de metáforas de la vida,
pero mi árbol no habla, solo me acompaña
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